Por: panampost.com
Emilio tiene un pequeño restaurante que funciona a través de
una aplicación de domicilios (delivery), Rappi, en la ciudad de Medellín. Tras
aguantar lo peor de la pandemia, ver sus ventas disminuidas a la mitad,
recortar horarios, y despedir parte de la planta de su empresa, vuelve a buscar
un domiciliario (repartidor) para contratar. Lo anuncia a la antigua, con un
cartel en la esquina del negocio que dice: “Se busca domiciliario, buen
conocimiento de direcciones y excelente presentación”.
No ha pasado ni medio día y ya tiene 6 hojas de vida en la
bandeja de entrada de su correo, entre las que se encuentran las de dos jóvenes
venezolanos. Un señor mayor pasa por el negocio y ve el anuncio, y pregunta por
el empleo. No tiene experiencia como domiciliario, nunca ha trabajo en
delivery, pero no le importa, insiste en poder cumplir la labor, afirma tener
educación secundaria y haber trabajado, hasta hace poco, como técnico de planta
en una siderúrgica de la ciudad. Entrada la tarde el whats app del restaurante
tiene varios mensajes preguntando si todavía está la vacante.
Emilio añade “quisiera darle trabajo
a más personas, y así brindarle un mejor servicio a los clientes, pero no
puedo, las ventas no se han recuperado del todo, y emplear un domiciliario
formalmente por ocho horas en un sitio con tantos tiempos muertos como un
restaurante, es costoso. Muchos muchachos le dicen a uno que le trabajan la
hora. Yo a veces los llamo, pero eso es una vaina trabajar así, hay que
pedirles que paguen prestaciones por su cuenta y uno les ayuda con una parte,
porque aquí en Colombia todavía no existe forma de contratar formalmente por
horas”. Como estos muchachos hay hoy millones en el país, desempleados y
buscando trabajar en lo primero que les salga.
Los nuevos desocupados
La realidad es que el desempleo urbano en
Colombia asciende al 24 % de la Población Económicamente Activa (PEA), mientras
que la Tasa Global de Participación pasó a comienzos de este año de un 63 % a
un 55 %, indicando que la tasa de
desempleo real puede llegar hasta más del 30 % de la población.
Emilio añade “quisiera darle trabajo a más personas, y así
brindarle un mejor servicio a los clientes, pero no puedo, las ventas no se han
recuperado del todo, y emplear un domiciliario formalmente por ocho horas en un
sitio con tantos tiempos muertos como un restaurante, es costoso. Muchos
muchachos le dicen a uno que le trabajan la hora. Yo a veces los llamo, pero
eso es una vaina trabajar así, hay que pedirles que paguen prestaciones por su
cuenta y uno les ayuda con una parte, porque aquí en Colombia todavía no existe
forma de contratar formalmente por horas”. Como estos muchachos hay hoy
millones en el país, desempleados y buscando trabajar en lo primero que les
salga.
Los nuevos desocupados
La realidad es que el desempleo urbano en Colombia asciende
al 24 % de la Población Económicamente Activa (PEA), mientras que la Tasa
Global de Participación pasó a comienzos de este año de un 63 % a un 55 %,
indicando que la tasa de desempleo real puede llegar hasta más del 30 % de la
población.
Según el Departamento Nacional de Estadística (DANE) en el
trimestre de diciembre de 2019 a febrero del 2020 la población ocupada del país
era aproximadamente de 22 millones de personas para los meses de marzo y mayo
los ocupados eran poco más de 18 millones.
La construcción y actividades inmobiliarias han sido las
actividades más afectadas porcentualmente, con disminuciones del 31 y el 32 %
respectivamente. El comercio y reparación de vehículos presenta el número más
alto de nuevos desempleados con aproximadamente 716 000 personas saliendo de
ese sector, es decir, alrededor del 18 % de los nuevos desocupados.
Las actividades artísticas, entretenimiento y recreación
también muestran números especialmente preocupantes con 629 000 empleos menos
que el año anterior. La industria manufacturera también muestra una salida
masiva de personas con alrededor de 547 000 parados.
La población joven
(14 a 28 años) no ha salido mejor librada, históricamente los jóvenes han sido
la población con niveles más altos de desempleo en el país. El año pasado la
tasa de desempleo de la población joven era del 18 %, para el mes de abril esta
ascendía al 22 %. Las mujeres jóvenes fueron las más afectadas quiénes vieron
una caída en la Tasa de Ocupación del 7 %.
El único sector que parece no haberse visto afectado por la
pandemia, al menos en materia laboral, es la explotación de minas y canteras
que de hecho parece haber incrementado la contratación durante la pandemia
pasando de 158 000 ocupados en ese sector —a finales del 2019— a 255 000 para
el mes de mayo.
En una carta abierta al presidente Iván Duque el Instituto
de Ciencia Política Hernán Echavarría
Olózaga pide al gobierno “flexibilizar y liberalizar el mercado laboral,
adoptando las medidas necesarias para permitir la contratación por horas”.
Son varios los economistas que han abogado recientemente por
la flexibilización del mercado laboral ante la pandemia; el consultor Martín
Jaramillo abogó por quitar regulaciones que pongan trabas a la contratación
para lograr una rápida recuperación.
En entrevista para el PanAm Post, el profesor de economía de
la Universidad Eafit, Dr. Carlos Esteban Posada, explicó que es clave liberalizar
el mercado laboral. “Una cosa muy importante es la flexibilización radical del
mercado laboral, así fuera con decretos que establecieran un periodo
excepcional, durante el cual el mercado laboral se recupere, y permitan
contratar por horas, renegociar el salario a la baja, y disminuir el pago de
parafiscales”.
El economista añadió que “también hay que replantearse
ciertas contribuciones y crear excepciones para flexibilizar el mercado, como
la contribución a pensiones por seis meses. Hay que eliminar o reducir
sustancialmente la contribución patronal”.
A pesar de lo anterior, el profesor también se muestra
optimista en que la economía colombiana pronto comenzará a mostrar señas de
recuperación. “Aún si no se aplican estas medidas, la recuperación se dará en
los próximos meses. A pesar de que estamos viendo la tasa de desempleo más
alta registrada en nuestra historia, el
sistema financiero no quedó tan debilitado como en la crisis del 99. Esto
permitiría brindarle un apoyo crediticio al sector privado, por ende, el
proceso de recuperación puede que no sea tan lento como en la crisis pasada que
pasamos más de una década en volver a tasas de desempleo de un dígito”.
“La política económica está orientada a mitigar el problema
de la recesión para que la recuperación sea rápida excepto en la política
laboral, si el gobierno no está dispuesto a hacer estas reformas por razones
políticas hará más lenta la recuperación del empleo en el país”, concluyó
Posada.
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