Por: Clara Inés Chaves R (*)
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Como dice el adagio “no hay mal que por bien no venga”, pues
esta pandemia nos ha traído temas positivos en medio de una catástrofe, y el
principal de ellos es la recuperación de valores como la caridad y la
solidaridad que tanto se tenía en el olvido. Por primera vez, el país dejó
atrás la polarización y las diferencias ideológicas, de credo, de género y de
raza para ponerse de acuerdo en lo fundamental como lo hubiera dicho Álvaro
Gómez Hurtado.
Cuando el país se une, la nación se empodera, progresa y se ilumina.
Eso es lo que siempre debemos hacer para poner a Colombia en el vehículo del
desarrollo y la paz. El país debe estar por encima de los partidos políticos y
de cualquier ideología, somos una misma raza y una misma bandera. Debemos
enarbolar la banderola de la solidaridad pensando en el beneficio del pueblo
colombiano y de sus instituciones para fortalecer la democracia y la
gobernabilidad.
Actualmente los territorios y en particular el sector
agrario nacional, nos dio una lección de grandeza y humildad; gracias a ellos
el país se mueve y se abastece, por ello debemos apoyarlos para que los
territorios tengan más autonomía y el campesinado más apoyo en tecnología y en
otros temas. La “Agenda de unidad” que responde al objetivo número 17 de los
objetivos del desarrollo sostenible, responde a la unión de todo un pueblo
empujando la misma carreta, por ello “Colombia cuida a Colombia” es un ejemplo
real de ello.
“Colombia cuida a
Colombia” es una iniciativa de la sociedad civil en la que empresas y distintos
sectores del país, se ponen la camiseta para responder a las distintas
necesidades que existen con ocasión al Coronavirus. La esperanza no se puede
perder, pues al final del túnel siempre existe una luz, y debemos agradecer a
Dios porque nos recordó que debemos reencontrar los valores que habíamos
olvidado, para que la humanidad pueda estar en armonía con el universo.
Nuestra agenda debe siempre ser la unidad, la solidaridad,
el fortalecimiento de las instituciones democráticas, el respeto, la tolerancia
y la equidad social. Siempre de algo negativo sale algo positivo, y en este
caso el país comprobó que cuando se piensa en el bien de común de todo un
pueblo, todos salen ganando; por ello, en las próximas elecciones urge pensar
en el bienestar de la nación colombiana, y no en vender el voto a un corrupto,
pues se evidenció que de estos hay bastantes que se aprovecharon de las
circunstancias para quitarle el pan a quien lo necesita en época de pandemia.
Entre todos podremos combatir la corrupción y tener el país
que queremos tener, que merecemos tener, y el que nos corresponde: Una Colombia
unida, en paz, en desarrollo, sin polarización y con equidad social.
(*)Ex diplomática
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