Llamadas extorsivas se hacen desde prisiones. Autoridades
piden precaución antes de compartir datos.
Las autoridades del Valle del Cauca pidieron a los
ciudadanos tener cuidado con llamadas que en 'tono de familiaridad' que lo que
buscan es información para estafar o presionar giros en dinero y hasta en
recargas de teléfono celular.
La modalidad ha afectado hasta a internos de centros
carcelarios, que son víctimas de bandas que buscan dinero de sus allegados en
el exterior.
Las autoridades dicen que los 'tío tía' se han reducido,
pero sostienen que se debe denunciar porque hay procedimientos de investigación
para frenar estos delitos.
En abril pasado la Gobernación señaló un incremento de
homicidios y microextorsiones, en especial en los municipios de Tuluá y Buga.
Por eso se dispuso la descentralización de grupos Gaula, el arribo de fuerzas
urbanas especiales y de más unidades de Ejército y Policía.
La modalidad de las estafas 'tío tía' se registra desde hace
unos cuatro años con llamadas a viviendas, donde en algunos casos usualmente
una voz masculina le anuncia a quien contesta que un sobrino o sobrina está
detenido en un retén, por ejemplo, en una carretera del Valle.
El presunto uniformado le dice que le pasará al sobrino o
sobrina en apuross, lo saluda con el 'tía' o 'tía' y le comenta, en forma
rápida, que "venía con un amigo en un carro y resulta que él llevaba
marihuana. El policía me dice que me ayuda pero que debo pasarle 100.000
pesos", según señalan informes de inteligencia policial.
“Venía con un amigo en un carro y resulta que él llevaba
marihuana. El policía me dice que me ayuda pero que debo pasarle 100.000 pesos”.
En el diálogo se les va sacando información a los ciudadanos
que usualmente dicen nombres o datos que
les van sumando a las informaciones que tienen quienes pretenden la estafa.
Las llamadas no son solo a las casas o negocios. Las redes
también buscan a los pensionados, mediante tretas para conseguir los números de
sus celulares.
Los llaman usualmente mujeres que unas veces se presentan
como sobrinas en aprietos y otras en busca de datos que los vuelven
vulnerables.
La Fiscalía ha detectado que no pocas de las llamadas
proceden de cárceles. El Gaula de la Policía mantiene tareas para frenar estos
delitos. El año pasado se golpeó una banda que tenía nexos en cárceles de Cali,
Quimbaya (Quindío), Apartadó (Antioquia) y Soledad (Atlántico).
Pero las mismas estafas llegan a golpear hasta a internos en
prisiones. El pasado 20 de agosto un juzgado Penal de Control y Garantías dictó
el aseguramiento a 13 presuntos integrantes de la banda 'La Llamada'. Entre los
detenidos estaban siete mujeres, dos reclusos y un dragoneante del Instituto
Nacional Penitenciario (Inpec).
Los internos que se negaban a pagar exigencias económicas
eran sometidos a maltrato físico en sus celdas.
La Fiscalía Especializada delegada ante el Gaula les imputó
cargos como presuntos responsables de los delitos de extorsión agravada en
concurso homogéneo y sucesivo, en calidad de coautores.
El seguimiento de la Fiscalía Especializada se inició desde
marzo pasado por extorsiones a reclusos
de la cárcel de Jamundí. Se les exigía el pago de una cuota en dinero a cambio
de ocupar una celda y no ser molestado, tener acceso a los comedores, y a
recibir elementos de primera necesidad.
Las víctimas debían llamar a sus familiares para que giraran
determinadas sumas de dinero, presuntamente, a las mujeres capturadas. Si los
reclusos no accedían a las exigencias eran víctimas de golpizas en las que
participaban integrantes de la banda y del dragoneante.
Fuente:El Tiempo
Fuente:El Tiempo
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