Cada cuatro años, en todos los municipios de este bello país,
se presenta un fenómeno que con el pasar de los tiempos ha ido evolucionando,
antes era voz a voz, donde personajes (politiqueros), aprovechaban el desorden
para hablar mal de sus contrincantes a vísperas de las votaciones hacia el
concejo o la alcaldía. Hoy en día se utiliza las TIC (Tecnologías de la
información y la comunicación, Facebook, Twitter e instagram), aunque la preferida
es Facebook. Donde a través de fotos,
videos, realizan calumnias y demás estrategias arcaicas, con el único objetivo
de desprestigiar la labor de los que también aspiran a un cargo público.
No culpo a las personas que hacen este tipo de “actividades”,
ya que a lo largo del tiempo se ha podido evidenciar que estos “activistas” nunca
llegan lejos, siempre quedan en el olvido y los que los recuerdan son para amarguras.
En Tocaima por ejemplo, este medio de comunicación dio a
conocer un metraje que se grabó el pasado martes 04 de junio del 2019, donde en
un intento fallido de la Administración Municipal, por evacuar a los vendedores
de la Plaza de Mercado, terminaron en lamentables enfrentamientos sin llegar a
ninguna solución.
Esa es la historia que todos conocemos, pero dentro del
agite del momento, se infiltraron “personas” con intenciones muy distintas a
las de ayudar a los de la Plaza. Estos “activistas”, empezaron a nombrar a un
pre-candidato de forma despectiva, generando odio sin sentido entre las personas
que los rodeaban, lo que muchos llaman “retórica con tinte político”.
Una vieja y mala costumbre de estas personas que disparan a
diestra y siniestra, pero cuando se les hace una crítica, se refugian como las víctimas.
Esa es la política actual de nuestro país y precisamente es la que debemos
cambiar, ya que los más perjudicados serán los mismos aspirantes al concejo o
alcaldía que trabajan con estos “activistas”.
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